Vamos hacia un “formato” de negocio empresarial en el cuál
el liderazgo empresarial no escapa a la nueva realidad 3.0, en la que lo
espiritual, simbólico y virtual, pesa más que lo tangible y “real” de antaño. Hoy las
nuevas generaciones I (100% Ineternautas) ya rompieron la barrera del cara a
cara y la personalización palpable para vivenciar experiencias colectivas e
individuales virtuales; en donde no hace falta mirar a los ojos a una persona
para persuadirla o disuadirla hacia alguna dirección; hoy lo real y lo irreal
son dos caras de una misma moneda.
El mundo laboral no escapa a esta realidad, y las relaciones
y objetivos empresariales son consecuentes con este nuevo formato; cada vez son más las empresas que cuentan con personal a distancia, que trabajan a producción y no a horarios, y que priman la comodidad individual por el ambiente laboral colectivo. Entonces: ¿cómo motivamos a un empleado que trabaja fuera de su lugar de trabajo?
Indudablemente el factor “salarial” basado en su producción es un estímulo
importante, pero ya sabemos que la verdadera motivación pasa por otro lado: por
expectativas de crecimiento, reconocimientos, capacitaciones, entre otras, todas difíciles de visualizar si se está aislado del entorno empresarial.
Cada uno de los elementos “motivacionales” o herramientas al
servicio de generar automotivación en el personal, necesariamente deben ser
transmitidas por alguien, y hoy ese “alguien” es una percepción que asume cada
empleado y no – en la mayoría de los casos - una persona de carne y hueso.
Estamos ante un liderazgo no presencial, una adaptación del mundo empresarial a
los nuevos escenarios.
El futuro de estas nuevas relaciones y estilo de liderazgo
es bastante desalentador en tanto desarrollo empresarial continuo, ya que se
hace difícil generar líderes que participen y motiven al conjunto de recursos
humanos para cumplir con los objetivos trazados y visión estratégica. Motivar al personal "informático" y encontrar líderes en esta área es complejo. Hay que asumir esta realidad socio-laboral actual, para así no desalentarnos en lo que a gestión de personal refiere, adaptándonos y tratando de apaciguar este hecho, y reconociendo que a pesar de las dificultades, el desarrollo de los sectores de TI.es vital para la sobrevivencia empresarial.
En respuesta a la pregunta disparadora de este artículo, es casi imposible motivar a distancia pero sí es posible, a distancia, generar
auto-motivación (motivación intrínseca que es la más importante que debemos generar en nuestra gestión). Para eso, lo primero es posicionar nuestra empresa de tal manera
que cada empleado se sienta perteneciente a un proyecto en común (imagen empresarial que también servirá para atraer y mantener al talento), con valores y
necesidades por satisfacer “comunes” (las de la empresa y las del empleado),
tratando de generar y premiar el compromiso con la causa empresarial, y siendo siempre lo más humanos y honestos posibles dentro de este mundo cada vez más virtual.