The Papá Noel Company tiene sus orígenes en tiempos de la
Edad Media por lo que posiblemente estemos hablando de una de las Empresas con
mayor trayectoria y que se ha mantenido en el mercado mundial empresarial por
más tiempo.
Su socio fundador fue un sacerdote católico de nombre
Nicolás, qué, comprometido con la sociedad, decidió abrir una pequeña empresa
en la cual otorgaba regalos a aquellos niños y niñas que más los precisaban y
que mejor se portaban durante el año.
Lo primero que hizo Nicolás fue ponerle nombre a su
empresa: “Papá Noel”, y crear un personaje con este mismo nombre, el cuál él
mismo asumiría.
Con una misión clara: que cada niño recibiera su regalo en
el día de la navidad, y una visión motivadora: que el mundo pueda estar en paz, no
tardó mucho en hacerse conocido.
Para fidelizar a sus clientes, aplicó varias acciones de
marketing, desarrollo la marca “Papá Noel” con una gran carga de simbología,
incorporó usos del color llamativos para el isologotipo, elaboró un buen
merchandising, acciones publicitarias OOH (out of home) altamente creativas, y
se relacionó con el medio siempre de forma comprometida. Todas sus estrategias
buscaron desde siempre dar valor a la marca y al lugar de trabajo.
Si bien al principio su empresa era unipersonal, al poco
tiempo y por la rápida expansión en nuevos mercados (dada por la buena
publicidad y el boca a boca positivo) tuvo que contratar personal, tanto para
el trabajo de fábrica como para realizar
todas las entregas con puntualidad.
Su relación con el personal se caracterizó por el
positivismo y la colaboración constante. Cada empleado tenía claro que se
esperaba de él y cuáles serían sus responsabilidades y recompensas. Si bien el
trabajo en equipo era una constante para poder cumplir con todas las demandas a
tiempo, siempre se escuchó cada necesidad individual y/o sugerencia con mucha
atención, y muchos de los aportes de sus empleados permitieron una gestión más
eficiente, y contribuyeron a fortalecer el buen clima interno.
El liderazgo de Papá Noel era innato, su humildad y don
de gente nunca los perdió por mucho que creció la empresa, y así mismo sabía
hacer su trabajo. Estos valores de humildad y buena gente formaban parte de la
cultura empresarial; siendo el mejor ejemplo de esto el rol que asumía el Líder,
al ser él mismo quien entregaba todos los pedidos. Tanta dedicación era
contagiosa y su lema de trabajo: “si nos ganamos sonrisas con lo que hacemos
seremos doblemente felices” motivaba aún más al personal de la Compañía.
Con los años su adaptación a las nuevas tecnologías le
permitieron organizar las solicitudes de los niños en bases de datos
computarizadas y su área de logística se desarrolló también en consecuencia.
También se incorporaron otras áreas para el apoyo en la gestión por lo que el
cambio organizacional siempre fue una constante. Sin embargo en The Papá Noel
Company la esencia y los valores nunca se perdieron.
Así llegamos a nuestro presente, en donde la permanencia
en el estado de madurez de la empresa está intacta, su posicionamiento como líder
de las navidades es ejemplar; el cine, los medios de comunicación y el abanico publicitario rinde constantes tributos; y los clientes rinden homenaje todos los años a esta gran
empresa decorando cada hogar y esperando con ansias la llegada de Papá Noel.
En estos días de balances, reencuentros y festejos, quiero brindar por
el último gran líder: Salú Papá Noel! Y feliz navidad para todos!