Existen factores de estudio que toda Organización debería
evaluar y controlar periódicamente a los efectos de mantener el “buen” ambiente
laboral.
Desde la variada literatura y mi experiencia, estos factores
pueden ser resumidos en:
COMODIDAD LABORAL. Incluye la forma de trabajo, la
estructura empresarial, los sistemas de remuneración, y la participación de la
alta dirección en lo que hace al apoyo para el desarrollo individual y el apoyo
en decisiones o cuestiones laborales o no laborales que afronte el empleado en
determinados momentos.
RELACIONES ENTRE COMPAÑEROS DE TRABAJO. Incluye afinidad, niveles
de cooperación, sentido de pertenencia, capacidad para trabajar en equipo y roles
asumidos por cada empleado en distintos momentos (tanto en grupos formales como
informales).
RELATO FUNDACIONAL, MISIÓN Y VISIÓN. Incluye la transmisión hacia
adentro y hacia afuera de nuestro compromiso con la comunidad, el relato
fundacional como soporte del posicionamiento actual y una misión (y visión) atractiva
para afirmar el sentimiento de querer formar parte de nuestra empresa.
COMUNICACIÓN. Incluye la comunicación interna y externa, y
tiene que ver con la capacidad integral que tenga la empresa para hacer llegar
todo tipo de comunicados, como ser: objetivos, novedades, informes, evaluaciones,
etc.; y para de esta forma disminuir el efecto negativo de los “rumores” o los “malos
entendidos”.
MOTIVACIÓN Y PERCEPCIÓN. Incluye la productividad y
eficiencia de cada empleado; la capacidad para desarrollar la propia automotivación;
el sentido de autonomía; el reconocimiento por el buen desempeño: los
incentivos, ascensos; y, en definitiva, la percepción que tengo el empleado en
tanto el ambiente organizacional y su propia satisfacción por pertenecer a
nuestra empresa.
Partiendo de un análisis profundo de estos factores y una Investigación
objetiva, en donde la observación, las entrevistas y las encuestas formen
parte, se puede medir y detectar fortalezas y debilidades a trabajar, para
mejorar el clima laboral y potenciar las oportunidades de crecimiento.
Es indudable que hay aspectos que son más “fáciles” de
planificar y controlar que otros. Por ejemplo, las condiciones y comodidad de
trabajo, así como que existan buenos canales de comunicación son
responsabilidad de la Empresa. Por otro lado la motivación, percepción y la
relación entre los pares es algo propio de cada empleado, y en estos puntos no
podemos más que asumir nuestra Dirección mediante liderazgo y tener líderes en
posiciones estratégicas capaces de reconocer y solucionar “problemas” con el
menor efecto negativo para nuestra Empresa.
En definitiva, el clima no debe ser una consecuencia
aleatoria de la interacción grupal y las percepciones individuales; debe ser el resultado de una buena planificación estratégica asumida
por la Dirección, y que luego en la práctica brinde los elementos necesarios
para que cada empleado realice su tarea a gusto.